Preparar los semilleros

Huerto urbano

Casi en cualquier época del año hay algo para sembrar o plantar, pero si queremos disfrutar de una buena cosecha en verano, febrero y marzo son los meses perfectos para iniciar nuestros semilleros. En él podremos plantar nuestras solanáceas que son las reinas de la huerta como son las berenjenas, los tomates o los pimientos. Y también nuestras cucurbitáceas como el pepino, el calabacín, la calabaza o la sandía. Esto sí, debemos realizar esta tarea teniendo siempre presente que nuestro semillero cuente con suficiente calor y humedad como para que puedan germinar de forma fiable, sin riesgo de heladas. Si tienes espacio un invernadero es una buena solución. Los hay de muchos tamaños e incluso puedes fabricarlo tú. Para ello sólo tendrás que protegerlos con un plástico que deje pasar la luz pero que los proteja del frío. Una buena idea son utilizar hueveras que tienen su tapadera, el alveolo es muy pequeño pero te servirá para empezar. Si los tienes en una estantería en el exterior solo tienes que cubrirla con un plástico grande.

Invernadero (tuenfermeradigital.com)

No solo se siembra en febrero y marzo, así que prest atención que y cuando puedes sembrar siguiendo nuestro calendario de siembra.

Empezamos por las bandejas para nuestros semilleros que deberán adaptarse al tamaño de nuestra semilla y a la plantita que, tras su germinación, deberemos mantener y cuidar durante unos dos meses antes de ser trasplantada al lugar definitivo. En el caso de las lechugas, por ejemplo, al tener una semilla muy pequeña, las sembraríamos en nuestros alveolos de menor tamaño, mientras que para una calabaza usaríamos los más grandes.

Semilleros (tuenfermeradigital.com)
  1. Como soporte de la semilla y su posterior plantita utilizaremos:
    • Fibra de coco, capaz de retener la humedad y permitir una buena aireación.
    • Humus de lombriz, para aportar nutrientes y un poco de arena para lograr un mayor éxito en la germinación.
  2. Rellenaremos los semilleros con la mezcla anterior.
  3. Haremos un poco de presión en la tierra con el dedo y ya podremos poner nuestra semilla.
  4. Incorporaremos 2-3 semillas para asegurarnos al menos una planta. Para semillas más grandes como la del calabacín, bastaría con meter una sola semilla en cada alveolo. Es muy importante hacerlo al doble de profundidad de lo que mide la propia semilla, para evitar que quede demasiado profunda o demasiado cerca de la superficie.
  5. Es el momento de regar con una lluvia muy fina, ya que si aplicamos mucha presión de agua podría hacer que las semillas se hundiesen demasiado o saltasen fuera del alveolo. Es fundamental que tengamos una humedad y calor constantes, que evitemos encharcar los semilleros y tengamos cuidado con las corrientes de aire.
  6. Para finalizar, tendremos que indicar con unos marcadores qué hemos sembrado y su fecha de semillación porque es muy fácil que, un mes después, no recordemos qué hemos plantado en ese semillero.
Guisantes preparados para la siembra (tuenfermeradigital.com)

Utilizaremos siempre semillas ecológicas que seleccionaremos desde su origen a partir de las mejores plantas que nos permitan mantener una buena genética y una alta calidad. Con el trabajo previo de selección, recogida y extracción de estas semillas conseguiremos plantas más diversas y la posibilidad de recuperar variedades autóctonas que cuentan con años y años de trabajo de la naturaleza detrás. También podemos comprar las semillas.

Tienes la posibilidad de comprar planteles ya hechos. Eso significa que te ahorras la siembra y pasas directamente a la plantación con una planta ya crecida y lista para plantar en su lugar definitivo.

Solo me queda mandarte un poco de paciencia y ya puedes ponerte en marcha para empezar un nuevo ciclo y crear vida en nuestro huerto. ¡Y no te olvides de disfrutar muchísimo de él!

Flor de haba 1
Coliflor (tuenfermeradigital.com)

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